sábado, 1 de junio de 2013

Rafael Páez, el papá que tiene cuatro mejores amigos. por jeniffer.varela@elheraldo.co



Rafael Páez ha dedicado su vida a la radio y a los medios. Ha sido locutor, presentador de televisión y ha estado al frente de importantes proyectos en estos campos. Pero si hay algo que lo enorgullece y a lo que le dedica más tiempo que su carrera, es a sus cuatro mejores amigos: sus hijos.
Páez comenzó su carrera “muy joven y con un recorrido más rápido de lo que normalmente puede recorrerse, una mezcla de habilidades y oportunidad”, según sus propias palabras.
Como profesional recuerda que se inició en el papel de locutor en la cadena Todelar, y luego pasó a vincularse a la Organización Radial Olímpica en una emisora A.M. Al año de estar allí, fue el escogido para liderar el proyecto de la naciente estación F.M Radio Tiempo, en calidad de director. “Pero el director también hacía locución”, comentó.
“Arranqué con un banderazo muy bueno con Radio Tiempo en el 83. Estuve ahí por mucho tiempo y la emisora era la más exitosa en Barranquilla. No conozco otra en el país que se haya mantenido con ese liderazgo”.
Luego de Barranquilla, llegó Radio Tiempo Cartagena, que Páez también se encargó de lanzar. Más adelante llegó Telecaribe y con este Olímpica Tv. El hombre de radio decidió entonces hacer espacio para un nuevo reto y estuvo allí como director de esa entidad, al frente de Cheverísimo, vinculado a diferentes proyectos y, aunque reconoce que se demoró en aceptarlo, como gerente de la productora. Todo, sin dejar su primer amor profesional.
“El tiempo alcanzaba para todo. Tenía 30 años y me quería comer el mundo”, relató.
Pero las cosas siguieron avanzando y llegó una nueva licitación de emisoras, que resultó beneficiosa para la compañía. A raíz de esta, más ciudades se unieron al proyecto y él tuvo que dedicarse exclusivamente a esta labor. Fue así como llegó a ser director artístico nacional y, años más tarde, gerente nacional de producción de esta empresa en la que ha escalado muchos peldaños, pero se siente plenamente feliz.
“Estoy tan contento haciendo esto como lo estaba hace quince años haciendo radio”, enfatizó.
Y en medio de todo ese torbellino laboral de cargos, programas de radio y Tv, artistas y anécdotas, llegaron los hijos. Y no es exagerado decir que fue justo en medio de todo, porque él mismo reconoce que así como todo pasó muy rápido en su carrera, ocurrió igual con: Daniel, Alberto Mario, Manolo y Ana Carolina.
“Tuve mi primer hijo a los 21 años. Cuando arrancamos con Radio Tiempo ya era papá”.
Cualquiera podría pensar que no hubo tiempo nunca para estar con ellos debido al exceso de trabajo, pero él se encargó de hacer especiales los momentos juntos, tanto que hoy son compinches y amigos, más que padre e hijos.
“Mis hijos son muy amigos míos. Hay un respeto, pero eso se evidencia como dos veces al año”, confesó entre risas antes de aclarar que no es algo que haya pasado ahora que ya son mayores, sino que siempre ha sido así, tal como recuerda su tercer hijo, Manolo.
“Cuando era pequeño mi papá me decía el chicle, porque vivía pegado a él. Y mis hermanos fueron iguales. De alguna manera todos éramos sus mejores amigos y ninguno estuvo nunca celoso del otro”, contó.
Esa unión con la que fueron criados los llevó a crear un proyecto que hoy es el orgullo de su familia y cuyo éxito según su papá, radica en que sus hijos “atravesados” no le hayan hecho caso. Los tres mayores crearon Alumbra Asesores, en parte llevándole la contraria a la cabeza de la familia Páez.
“Soy un empleado exitoso, porque encontré una empresa que creyó en mí y me sigue apoyando. Por eso el mejor consejo que podía darles es que buscaran también una buena empresa. Pero ellos quisieron arrancar su propio proyecto aunque yo, como padre y profesional que había visto fracasar muchas iniciativas, tuviera miedos al respecto”.
Pero Daniel, Alberto y Manolo arrancaron con una empresa joven que se dedica a acompañar a empresas y personas en varias ramas del conocimiento, como temas jurídicos, de gestión ambiental y economía e investigaciones. Como grupo, junto con sus socios, han tenido importantes logros como asesorar al Estado boliviano en un pleito legal y ser parte de la misión que la Andi realizó en Israel en 2010.
Ana Carolina, la psicóloga y “la niña” de la familia, aún no ha entrado de lleno a Alumbra, pero Manolo cuenta que si ha buscado su consejo en múltiples ocasiones y que esperan contar con ella en la próxima etapa de su empresa: la construcción de una holding de servicios.
Y como ya tenían el amor de su papá, ahora han logrado algo igual de importante. “Ellos siempre me cuentan de sus cosas y les comento poco porque saben lo que hacen y, gracias a lo que han logrado, se han ganado mi respeto”.